Tic,
Tac,
Tic,
Tac,
Metáfora indiscutible del tiempo.
Día a día pasan las horas, día a día crecen
elementos, día a día se destruyen.
Y nosotros parados,
estatuas de sal ante el viento, observando cómo desaparece nuestro
humilde y bello mundo incierto.
Creemos ser superiores al resto de moradores. Somos
la raza más fuerte, la dotada de intelecto. ¿Intelecto? Acaso puede llamarse
intelecto, o fue una construcción lingüística para designarnos como reyes de
este gran reino.
Día a día crecemos, día a día nos destruimos, día a
día nos matamos nosotros a sí mismos.
Me río yo de nuestro intelecto, aquel fascinante
intelecto para diseñar armas milenarias, no solo por la potencia si no porque
quedaron marcadas por el millar de bajas, por macar la humanidad y naturaleza
como una sagrada vaca. Quien a hierro mata, a hierro muere y esa es la triste
historia de nuestra cruel raza.
Diseños de máquinas capaces de crear agua, pero eso
sí, a manos de las grandes marcas, y mientras tanto a la población ¡qué les jodan!,
¡qué sigan con el cubo y el barro, a ver
si se ahogan! Hipócritas, no tenéis vergüenza para hacer lo que os plazca,
luego hacéis spots publicitarios como si nada, anunciando la apradinación de un niño y ustedes a las
espaldas explotándolos en lugares, en los que la vista desde un centro
comercial, no alcanza.
Las aceras de Berlín, hechas con sudor y lágrimas de
familias enteras sumidas en la roca esclava. Niños de meses, esclavos de por
vida, por deudas paupérrimas y sueldos que te quitan la vida.
Pangea, no puedes acumular más mal en tu interior,
somos la raza más cruel jamás conocida, literalmente tu peor enemiga.
En nombre de un supuesto Dios, Alá, Buda, Dinero o
como queráis llamarlo, matamos, violamos, humillamos sin compasión. Y en pleno
siglo XXI aun continuamos peor.
Guerras por doquier, Sudán, Turquía, Afganistán,
Pakistán, Mali, República democrática del Congo, Kenia, Siria y el Líbano, Irak
… podemos continuar pero se ha de resaltar que tras estos nombres, simbólicamente
Estados, está la población, la humanidad pues no hay fronteras para determinar
en qué Estado se ha de estallar, ¿por qué a la gente matar? ¿por existir la
diversidad? ¿por tener aun más dinero que el resto a coste de dejar morir sin
pensar? Sin pensar en cuántas vidas dejas atrás, no con lo mismo que tú si no
con lo mínimo para poder subsistir dignamente y respirar.
Hay tantas imperfecciones que no sé por dónde
comenzar, si por el amenazante cambio climático, la corrupción o la inmensa
pobreza de la humanidad. Continuemos jugando en la vida sin pensar, sin ver lo
que tenemos dos palmos más allá. ¡Qué pena me da! No poder girar las tuercas y
todo reequilibrar. Yo no quiero nada, mas si lo que tengo ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Estás a punto de escribir un comentario en el Colectivo! ¡Es un momento muy importante para ti! y un gesto de agradecer por nuestra parte. Recuerda ser todo lo respetuoso que te sea posible y sobre todo ten una buena dicción. Si es necesario busca las dudas en Google. Hagamos de internet un mundo más legible.
Gracias.
Atentamente: el Departamento de moderación y buenos hábitos de C.A.