El mercader de Venecia
Hay un joven, Bassanio, que por un motivo u otro tiene deudas económicas. Este Bassanio tiene un amigo, Antonio, el cuál es rico en dinero y bienes. O más bien en bienes. El tipo es el típico mercader que basa su fortuna en la compra-venta de productos de un punto a otro del mundo conocido en aquel entonces. Además parece desvivirse por su amigo Bassanio, llegando a dar todas sus riquezas por él si fuera preciso, o eso nos hace creer durante la narración.
El caso es que Bassanio necesita pasta, y aprovechándose de su ventajosa posición en la lista de personas preferidas de Antonio se encomienda a él para que sea su... mmmm... hoy en día sería algo así como su papito, su pagafantas a la victoriana. La palabra usada en la obra es fiador. Esto viene a decir algo así como que el uno hará uso del dinero conseguido por el otro como si fuera suyo, pero sin perder nada en el proceso.
En la época de la que hablamos los judíos eran una población considerable en Venecia, y dado que no podían poseer bienes o algo así, solo podían dedicarse a la usura (préstamo de dinero con interés). Algo así como un banco. No, totalmente como un banco.
Entonces tenemos a Bassanio, un muerto de hambre endeudado; a Antonio, un mercader rico en barcos y mercancías pero sin dinero líquido disponible, y por último a Shylock, un judío veneciano acaudalado dedicado a la usura. De la unión de estos tres personajes surge la siguiente situación: Antonio y Bassanio le piden a Shylock la suma de 3.000 ducados (la moneda de la época o vete a saber) a devolver en 3 meses. Al principio el judío se muestra reacio, ya que odia a Antonio, pero luego cede. Es más, a modo de broma para demostrar sus buenas intenciones decide que el pagaré (es decir, la fianza o bien que deberá ser entregado en caso de faltar al contrato por parte del deudor) será una libra de la carne de Antonio que el mismo Shylock cortará de la parte de su cuerpo que él elija. Una libra de carne y de cualquier otra cosa con masa es 0,45359237 kilogramos. Medio kilo de carne humana.
A continuación un pedazo de la obra escrita. En este tramo la cosa se ha liado un montón. Shylock se encuentra con unos amigos de Antonio y ante ellos muestra su intención de cobrarse su pagaré de forma íntegra en caso de que el susodicho deudor no pague en el plazo. El judío está seguro de que así será pues llegan a Venecia noticias sobre hundimientos de barcos: los barcos de Antonio, a.k.a su único capital.
Salarino: [...] Pero decidnos, ¿habéis oído o no que Antonio había tenido una perdida en el mar?
Shylock: He ahí otro buen negocio para mí. ¡Un quebranto, un pródigo que apenas se atreve a asomar la cabeza por el Rialto! ¡Un mendigo que tenía costumbre de venir a hacerse el elegante en el mercado! ¡Que tenga cuidado con su documento! Tenía el hábito de llamarme usurero; que tenga cuidado con su pagaré. Tenía la costumbre de prestar dinero por caridad cristiana, que tenga cuidado con su papel.
Salarino: ¡Bah! Estoy seguro de que, si no están en regla, no le tomarás su carne. ¿Para qué sería buena?
Shylock: Para cebar a los peces. Alimentará mi venganza si no puede servir para nada mejor. Ha arrojado el desprecio sobre mi, me ha impedido ganar medio millón; se ha reído de mis pérdidas, se ha burlado de mis ganancias, ha menospreciado mi nación, ha dificultado mis negocios, enfriado a mis amigos, exacerbado a mis enemigos, ¿y qué razón tiene para hacer todo eso? Soy un judío. ¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es que un judío no tiene manos, órganos, proporciones, sentidos, afectos, pasiones? ¿Es que no está nutrido de los mismo alimentos, herido por las mismas armas, sujeto a las mismas enfermedades, curado por los mismos medios, calentado y enfriado por el mismo verano y el mismo invierno que un cristiano? Si nos pincháis, ¿no sangramos?
Si nos hacéis cosquillas, ¿no nos reímos? Si nos envenenáis, ¿no morimos? Y si nos ultrajáis, ¿no nos vengaremos? Si nos parecemos en todo lo demás, nos parecemos también en eso. Si un judío insulta a un cristiano, ¿cuál será la humildad de este? La venganza. Si un cristiano ultraja a un judío, ¿qué nombre deberá llevar la paciencia del judío, si quiere seguir el ejemplo del cristiano? Pues venganza. La villanía que me enseñáis la pondré en práctica, y malo será que yo no sobrepase la instrucción que me habéis dado.
Mola incluso más así:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Estás a punto de escribir un comentario en el Colectivo! ¡Es un momento muy importante para ti! y un gesto de agradecer por nuestra parte. Recuerda ser todo lo respetuoso que te sea posible y sobre todo ten una buena dicción. Si es necesario busca las dudas en Google. Hagamos de internet un mundo más legible.
Gracias.
Atentamente: el Departamento de moderación y buenos hábitos de C.A.