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miércoles, 5 de febrero de 2014

Nada concreto.

Siento haber estado ausente tanto tiempo. No es fácil. He estado torturándome un rato en mi cuarto y ahora abro la ventana para vomitar. Como no sé de qué escribir escribiré sobre todo en esta ocasión.
La puta calle tiene algo.  Está la casa y está la calle. Están ellos y yo. Estoy yo y estás tú y alrededor flota algo. En general la interacción es buscarle formas al humo y ver la verdad a medias. Un loco se acerca a un ciudadano y le grita el futuro, pero en el presente no tiene sentido y es solo un loco. Pero sus claves son sinceras, para otro tiempo en el que vas a mirar atrás y vas a pensar ''Joder, claro...''
Mientras tanto la materia se va moviendo y no se está quieta: ¿cómo retratarla? La única posibilidad es la fotografía de larga exposición, y al final de tu vida tienes una gran mancha que se ramifica y búscale un sentido.
A medida que esto ocurre -la vida- se va perdiendo el pasado y parece que los días son lo mismo. Pero tengo el control, aunque cada día mi mente esté más perjudicada. Demasiadas contradicciones que me hacen intuir que lo real te lo cocinas tú aquí dentro y luego lo compartes para que se deforme. Todo es deformación de algo que una vez fue para alguien. En definitiva nos apropiamos. Porque nos fiamos de lo que vemos, pero nadie garantiza nada. ¿Cómo va una persona a definir a otra persona? No se puede. ¿Cuáles son tus claves? eso es todo lo que me vas a poder dar, y lo demás es mío. Ahí está el tacto de Dios, que podamos compartir aunque solo sea por mímica. Cada edificio me lo dice, que unidos podemos crear cosas, aunque el genio sea individual. ¿Ves? Es como la calle y la casa. Ahí fuera soy una pieza, pero me doy forma en la intimidad. Todos preparando su parte en privado y luego poniendola en común. Es mágico. Y todo se perderá con el tiempo, así que trascender es solo un jugueteo con la inmensidad. Querer ser el espacio, ''ellos no miran al espacio'', yo sí me he sentido insignificante, por eso no creo en magnitudes. El espacio es como mi mente: no sé si se acaba, pero nunca para de tener cosas nuevas. Todo es lo que vemos, no germina nada de la nada, si la nada es solo el nombre de los huecos que no cubre nuestra experiencia. La filosofía me come los huevos, la verdad. La verdad no es una materia de existencia, es una circunstancia individual. Pero eso no impide que podamos poner en común que cuando el semáforo está en rojo no se debe pasar. Está lo que cocinamos y luego nuestras discusiones sobre cómo está más buena la vida, si así o asá.
Dentro de poco se estrena en cines mi realidad, pero con más clase: no te hablan del miedo, te hablan de la picardía. No te hablan de familias rotas o de cadáveres flotando en el agua, te hablan de lo rico que está el paki y los euros en kilos. Yo solo tengo mi visión, pero creo que no hay que ser un genio para entender que cada kilo nos pesa a todos: al que se lucra, al que consume, al que muere. No,al que muere no le pesa nada, los que mueren flotan salados, o se entierran con agujeros de más en el cuerpo. Hablame de la violencia de una mayoría dominante, y no me des esperanzas, dame armas para que juguemos en igualdad. La igualdad es cobrar lo mismo por el mismo trabajo que desempeña un hombre siendo mujer, la igualdad es poder morderle el cuello al policía que abusa. Y luego que los dos cumplamos sentencia.
Yo llevo mostrando mi realidad toda mi vida y a mi no me hacen películas porque lo importante es la imagen: es fácil, directa. Pero igual que tus ideas no son tu vida, la imagen distorsionada de otros lo es mucho menos. El narcotráfico no es la vía fácil, es amigos de mentira, desconfianza, paranoia, miedo y todo a cambio de un placer enfermo porque ninguno de tus socios o de tus mujeres o de tus clientes va a dar nada por ti cuando ya no estés arriba.

Déjame que te hable de llorar porque tus padres no se quieren, o de hermanos en la cárcel o simplemente de tenerlo todo y estar mal. Inconformidad es la enfermedad, y creo que es porque tiene que haber algo más. Me lo han vendido como trabajo, comida, casa, familia pero a lo mejor es calle, trasnochar y darse el capricho. Cuando esté para morirme podéis venir y echarme en cara, que a mi me da igual: el juego ya está ganado básicamente porque es imposible perder del todo si se sigue teniendo la vida. ''Bueno depende, a veces no merece la pena seguir vivo, tú a penas has sufrido, no sabes qué es estar mal, mal estilo campo de concentración, mal estilo familia disfuncional, mal estilo padre maltratador''. Bueno y qué.No tengo nada que demostrar, todo esto es vacile, porque se me da bien y puedo. Todo esto forma parte de lo que se va a perder irremediablemente y por eso da igual, como mirar al espacio y preguntarte cosas.

En la calle miro a la gente y me pregunto a dónde van, qué están haciendo y por qué, qué les mueve. Sin coñas, me lo pregunto de verdad, quizás porque yo no se darme una respuesta a esas misma preguntas cuando me la aplico a mí.

Hijo mío -le diré cuando lo sea-, en la vida te vas a cruzar con unos seres llamados personas. Que no te engañen: ellos no saben una mierda. Si te encuentras con un albañil, pídele que te construya una casa, pero si buscas el sentido de estar vivo, eso no te lo va a dar nadie porque todos ahí fuera, en la calle, están igual de perdidos que tú. Cada uno se aferra a sus verdades cotidianas para no asumir que estamos muy perdidos. Esto nos viene muy grande, por eso la muerte es miedo y alivio, y pídele a Dios que cuanto más cerca estés del fin, más alivio y menos miedo.

3 comentarios:

  1. Moha, ¿te importaría que publicara este texto con un link al blog en otra web? Es demasiado bueno como para no querer compartirlo.

    Espero tu respuesta, y gracias por publicar algo así. No sé cómo sonará, pero me ayuda a vivir.
    Ya se echaba de menos.

    Un abrazo grande.
    Dalia.

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    Respuestas
    1. En principio sin problema. Me gustaría saber la web y -sí sí, ego- qué acogida tiene fuera del ambiente de seguridad del colectivo. Ponte en contacto conmigo por fb o sucedáneo y te comento.

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    2. No tengo feisbus, lo más sucedáneo es twitter. Te hablo, sígueme y te mando un mensaje por ahí.

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