Al final me doy cuenta que mi
vida es un fingir que tengo le control, pero no lo tengo. No controlo
nada, es decir, cada circunstancia depende de millones de factores que
no están en mi plan, me refiero ¿cuánto de mi hay en mi vida? ¿Quién es
mi? ¿Un conglomerado de materia vivo?¿Un ser espiritual, abstracto,
eterno? ¿Qué hay de mi esencia? A veces mi mente juega tanto que pierde
ciertos límites y entonces, ¿Qué?¿Quién eres? ¿Dónde está el límite
invisible entre el resto del mundo y yo? ¿Solo se trata de distintos
tipos de cerebros, distintos desarrollos encefálicos, anatomía? A lo
mejor tan solo soy idiota y no comprendo nada por eso. Por eso vuelvo a
sentirme lejos, muy lejos, lejísimos. Escribiendo esto aún siento que quiero
intentar demostrar que tengo un control. No lo tengo. Se va de las manos, pasa por mi como atravesándome, el tiempo, un todo y una nada al unísono.
ME QUEDO ASOMBRADA DE TUS REFEXIONES.PERO POR OTRO LADO ,ME ESPERABA ALGO ASiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
ResponderEliminarLA " CONCIENCIA " CUANDO SE DESPIERTA ES ALGO QUE SIEMPRE NOS ACOMPAÑA !!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEs, entonces, este texto un destello de lucidez para volver a la nebulosa de pensamientos e ideas de la que surgió tu razonamiento...
ResponderEliminarTus preguntas son los límites de la expansión de tu razonamiento: son las conclusiones que, hasta que las formulaste de manera interrogativa, delimitaban la amplitud de tu conciencia. Éstas, una vez procesadas e interiorizadas, se yerguen más elevadas en forma de nuevas cuestiones trascendentales. Y así hasta que exprimas la última gota de tu potencial podrás acariciar la inmensidad del espacio nutriéndote tan sólo de las dudas resueltas por el anhelo de conocer.